San Luis Jueves 6 de Abril de 2017-
El primer
mandatario puntano fue invitado por la casa de altos estudios para participar
de su ciclo de conferencias, abordándose una de las políticas del Estado
sanluiseño más reconocidas a nivel nacional e internacional, por el aporte de
solidaridad brindado como contracara al flagelo de la guerra civil de Siria,
que afecta a miles de seres humanos.
“Yo no sabía nada de refugiados —dijo Rodríguez Saá al iniciar su
disertación—, sólo por la lectura de los diarios, hasta que un día me invitaron
a dar un discurso en la Academia de Ciencias del Vaticano, hacia la que tengo
un enorme respeto, al igual que con el papa Francisco. El tema a abordar era
sobre los refugiados. Fui casi sin saber nada y ahí escuché 69 discursos de
líderes europeos”.
Tras esa experiencia en la que participó como disertante, el 10 de
diciembre pasado, Rodríguez Saá concluyó: “Lo primero que uno hace es asimilar
al refugiado como si fuera un inmigrante, cuando en realidad es algo totalmente
diferente. Se dice que nosotros, los argentinos, venimos de los barcos, como
metáfora de nuestros ancestros inmigrantes, que por distintos motivos eligieron
venir a América, ya sea buscando un futuro mejor o puede que huyendo de
persecuciones políticas, religiosas o la misma guerra, pero de alguna manera
eligieron. Pero el refugiado no es un conquistador y tampoco es un inmigrante.
Los refugiados son algo totalmente distinto: no tienen libertad, son personas
que han salido como pudieron, es como que te empujan y seguís y seguís hasta
llegar a un lugar donde ya no caen bombas, y terminás en un campo de
refugiados, que equivale a un campo de concentración de los nazis o de la
dictadura militar. Y ya no pueden volver a sus hogares. La gran mayoría sin
haber podido llevarse nada. Incluso quienes tienen sus documentos es como que
tuvieran oro, porque la mayoría ni siquiera tiene eso”.
“La
mayoría de los refugiados elige el país vecino, con la esperanza de poder
volver pronto y de tener noticias de su gente. Pero por ejemplo en el Líbano
hoy hay un millón de refugiados, sobre una población de 4.500.000 habitantes;
el Líbano está absolutamente colapsado. La segunda alternativa es Europa, donde
hay países que pagan para que los refugiados no entren al continente. Nadie
quiere hablar de San Luis, no somos una alternativa cercana. Lo que es
importante recalcar ante quienes piensan cuántos refugiados van a ser, nos van
a llenar de extranjeros… Eso no va a pasar, no nos van a elegir, porque los
casos que estamos recibiendo son aquéllos que no tienen otra alternativa”.
“Todos los países reconocen que la situación de los refugiados
sirios es un drama terrible y no saben qué hacer; la Cruz Roja Internacional
está colapsada, como también los servicios de inteligencia y muchas
instituciones. A esto se suma que muchas chicas sirias están embarazadas porque
han sido víctimas de violaciones. Es una realidad muy dura la que sufren los
refugiados”, remarcó el gobernador para graficar el panorama que atraviesa la
comunidad siria.
Tras su participación como conferencista en el Vaticano, y luego
de haber tomado conocimiento de que la FISAL expresó su voluntad de recibir
refugiados, a la que se sumaron numerosas familias de la Provincia, Rodríguez
Saá inició de inmediato los trámites para que San Luis se convirtiera en Estado
Llamante, “que es el concepto en derecho internacional, un Estado de acogida,
que en criollo sería que nosotros queremos recibir refugiados y haremos todo el
esfuerzo que sea necesario, luego de lo cual el Ministerio de Relaciones
Exteriores de la Nación y Naciones Unidas aceptaron todo, procedimos
aceleradamente”.
Sobre la primera experiencia, el estadista rememoró: “Un día nos
llamó el arzobispo de la Iglesia Católica Ortodoxa Griega en Buenos Aires, que
había venido tiempo atrás a San Luis y que habló muy bien del Plan de Inclusión
Social y otras de nuestras políticas, y dijo que había dos refugiados en Buenos
Aires que estaban sin contención y que habían terminado pidiéndole ayuda. Nos
preguntó si podrían venir a San Luis y le contestamos que por supuesto. Son
Lana y Majd; ella es artista plástica y él, chef. Vinieron el 7 de
febrero”.
Alberto recordó que en cierta ocasión “los invitamos a almorzar
con un grupo de personas de distintos partidos políticos y diferentes edades, y
en esa oportunidad, luego de que Lana y Majd saludaran a todos, nos miramos y
descubrimos que nos daban mucho más de lo que les estábamos dando, porque se
generó entre todos un clima de enorme sensibilidad y unidad. Sentimos que nos
estaban uniendo”.
El
gobernador también mencionó los refugiados que llegaron semanas después a San
Luis, el matrimonio integrado por María y George, junto a sus hijos pequeños
Fadi, Mikl y Jouni; también Maya y Joseph con sus pequeños Housip y Abelardo, y
Georgina y Antoine con su hija Joudy. “No mencionamos sus apellidos para evitar
que se tomen represalias con sus familiares que no han podido salir de Siria”,
explicó el primer mandatario.
La charla cerró con la proyección de un emotivo video, que resume
la llegada y la nueva vida de estas 14 personas, que encontraron en la
provincia de San Luis un remanso alejado de la guerra.